El mercado gastronómico de Funes creció a la par del incremento demográfico de la ciudad y hoy es una plaza fuerte en la región, siendo punto de atracción tanto para comensales como para principales firmas y empresarios del rubro. En este sentido, también se posicionó como un termómetro del consumo dejando atrás esos años donde la temporada estival era ampliamente superior a los meses de invierno. Ante esto, en diálogo con El Occidental, jugadores referentes de la gastronomía notaron que, aunque se presente una baja de consumo, el mercado comienza a evidenciar certezas tras meses dominados por la inestabilidad de precios.
“Hay un parate en los aumentos. Meses atrás eran semana tras semana”, describió Gonzalo Casas, titular de Juan Hipólito, de Yrigoyen al 2300. En esta misma línea, reconoció que los proveedores “salieron a la caza de potenciales clientes”, por lo que destacó que “empieza a haber una competencia en el mercado entre los que buscan nuevos clientes y los que quieren mantener a los que ya tienen”.
Casas contó que, ante el ofrecimiento de un distribuidor, su habitual proveedor se comunicó con él y le ofreció mejores precios para no perder el negocio. “Con dos o tres proveedores estoy notando que antes la atención era distinta, o sea, se ve que cada uno estaba cómodo con lo que tenía porque todos tenían realmente el mismo precio. Ahora están jugando todos. Lo cual está bueno”, agregó.
En la misma sintonía Claudio Flores, responsable de El Casco Bar, el restaurante de Estancia Damfield, manifestó: “Se contuvo el alza de precios en los proveedores. Veníamos de meses como noviembre y diciembre con hasta dos aumentos por semana”. Sin embargo, esa tendencia se diluyó y “en los últimos meses ya se aplicaron aumentos con relación al IPC, que viene a la baja, esperamos que siga así porque eso nos permite estabilizar precios y ofrecer mejores ofertas a nuestros clientes”, planteó.
Además, acompañó las palabras de Casas sobre el trato con los proveedores y analizó: “Al haber menos consumo el mercado para ellos se reduce, por lo tanto, la competencia empieza a tomar más participación en el fondo. Todas las semanas recibimos listas en busca de captarnos como clientes”. Flores, por otro lado, puso en valor la competencia porque “siempre impacta en la calidad del producto y los obliga a mejorar”.
Joaquín Parcel, a cargo de Punto Funes y referente del grupo BRS, detalló una baja en el consumo cercana al 40% y reveló que una de las principales cervecerías industriales, referencia del sector, tuvo una caída similar en sus ventas. Este contexto llevó, según Parcel, a “estabilizar el tema precios y actualizaciones y las listas duran un poco más”.
“La creatividad es indispensable, hay momentos de promociones y tratar de generar eventos, facilitar de alguna manera para que la gente concurra al lugar. Hay que tratar de prescindir un poco de rentabilidad y que la gente pueda seguir saliendo”, manifestó el empresario gastronómico.
Asimismo, se refirió al cambio en el comportamiento de los distribuidores: “Hoy tenes proveedores que traen otros productos. Amplían, o achican, su cartera para poder subsistir”.
Según referentes de Sablé París, ubicado en Ruta 9 al 2100, la baja en las ventas, el aumento de las tarifas y la actualización de los alquileres, fueron los tres grandes escollos que tuvo que sortear en este 2024. “No podemos igualar el aumento del alquiler con los precios en la carta porque no venderíamos más”, sentenciaron desde el comercio y añadieron que “la factura de la EPE fue monstruosa y la de Litoral Gas se cuadruplica con respecto al mes anterior”
Baja en el consumo y cambio de hábitos
El propio Parcel indicó que tanto en Funes como en la región la caída de la actividad está entre un 40 y 50 por ciento. Sin embargo, remarcó que los clientes que aún siguen apostando por la actividad priorizan “la calidad del producto y salir los fines de semana”.
Misma realidad presenció Casas en la Av. Yrigoyen, en donde los clientes “están compartiendo platos o bajando el consumo porque ahora piden una pizza y nada más; y antes le agregaban una guarnición y postre”.
Casas, por otro lado, reconoció que los clientes están “exigiendo una mejor calidad y haciendo valer lo que pagan y eso está bien”.
Para el titular de Juan Hipólito “la gente se está animando a salir de a poquito”, aunque lamentó la caída en el consumo de los últimos meses.
Se acopló a estos dichos Flores, de El Casco: “El mercado en general obviamente se notó mucho este cambio de mano en el gobierno. El número de clientes que tuvimos este verano no fue el esperado y tiene que ver con el clima en el fondo, con los aumentos de precios que ya venían acumulándose y, obviamente, todo esta situación hace que la gente empiece a hacer algunos ahorros”.
Según el encargado del restaurante de Estancia Damfield el segmento más golpeado fue desayunos y meriendas, pero enfatizó que los fines de semana siguen trabajando “con lista de espera”.