La Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) presentó su “Mapa tributario municipal sobre el comercio mayorista y minorista: la Tasa de Seguridad e Higiene”, en el que analizó la evolución de la carga (de diversa denominación según la jurisdicción) en 30 municipios del país entre 2010 y 2023.
“El ingenio para recaudar y gastar no tiene límites. Los gobernantes no asumen la realidad de que hay que pagar costos políticos para realizar los cambios que este país necesita. Extreman su imaginación para ver de dónde sacan recursos y el único lugar es el sector privado que no da más.”, destacó Natalio Mario Grinman, presidente de la CAC, durante la presentación del reporte.
“Queremos que las provincias y los municipios dejen de gastar lo que no se tiene, porque al sector privado no se lo puede seguir exprimiendo”, continuó.
El estudio destaca que la disparidad en las formas de gravar, que se manifiesta al comparar entre municipios elementos tributarios tales como bases imponibles, alícuotas generales y específicas, montos mínimos y/o fijos, sobretasas, implica un elevado costo de administración y gestión para las empresas, especialmente aquellas que operan en múltiples localidades del país.
“Existe claramente un exceso del gasto público que no corresponde a la prestación de estos servicios. La tasa responde a un servicio y tiene que tener una determinada relación con el costo. Esto es lo que no ocurre en los municipios y se puede ver en distintos grados”, resaltó Edgardo Phielipp, tesorero de la CAC, quien sostuvo que una de las consecuencias es la informalidad: “Pasa cuando la presión fiscal excede las posibilidades de rentabilidad de una empresa”.
Daniel Calzetta, presidente de la comisión de Asuntos Impositivos, presentó los principales datos que arrojó el estudio: “El porqué de este informe es documentar algo que es una sensación que tenemos todos, que la tributación municipal es creciente y cada vez toma la forma de impuestos encubiertos antes que verdaderas tasas. La posición de la Cámara es que la tributación se tiene que reducir. El ajuste de los municipios no tiene que hacerse en base a incrementar tasas y crear impuestos que solo complican la actividad económica y el comercio”.
Asimismo, hizo hincapié en una de los puntos más notorios del análisis: “En los últimos años la tributación sobre el sector mayorista ha crecido más que aquella sobre el sector minorista, lo que aumenta el efecto de piramidación que tiene este tipo de impuestos. Una manera de atenuar este efecto es gravar menos a las etapas iniciales del proceso”.
El estudio evidencia un aumento significativo en la carga tributaria ejercida por los municipios a través de la tasa sobre el sector comercial, con un aumento promedio del orden del 19,3% para los municipios que gravan el tributo mediante alícuota y del 125% para aquellos municipios que gravan mediante un monto fijo.
Con el relevamiento, la CAC solicita, entre otros puntos, que se evite la imposición sobre las ventas por transformar a la tasa en un verdadero impuesto y que las tasas municipales se adecuen a los principios constitucionales y legales (ley de coparticipación federal de impuestos y otras normas).