El Occidental visitó Vida Lagoon, el emprendimiento de la alianza Rossetti Desarrollos Urbanos y Rosental Inversiones que se transformó en la punta de lanza del crecimiento del norte de Funes, un área que dejó de ser periférica para convertirse en una nueva centralidad urbana. Con su laguna cristalina como gran atractivo, el barrio ya está en plena etapa de consolidación, con viviendas en obra y propietarios que comenzaron a disfrutar del lugar incluso antes de levantar sus casas.
Ubicado en la franja norte de la ciudad, Vida Lagoon limita al oeste con Funes Town, al norte con La Guillermina, y al este con los barrios cerrados La Finca 2, Canes y Vida Green, estos últimos ya sobre el borde del aeropuerto, en conexión con Fisherton. El desarrollo representa una pieza clave del nuevo tejido urbano, donde la expansión residencial de baja densidad convive con servicios y equipamiento de alto nivel.
“La nueva fisonomía de Funes es vivir en Funes”
Durante la recorrida, Juan Carlos “Caco” Rossetti, CEO de la desarrolladora, destacó el cambio de paradigma que representa el barrio:
“La nueva fisonomía de Funes es vivir en Funes. Es el paso de una ciudad dormitorio a una ciudad ciudad, con movimiento propio. Los seres humanos somos animales de costumbre, y esa costumbre cambió: ya no se trata solo de venir a dormir a Funes, sino de vivir acá, trabajar, estudiar y disfrutar.”
El empresario remarcó que Vida Lagoon cuenta con 1.042 lotes, de los cuales 720 ya están vendidos, y que desde el 1° de octubre los propietarios pueden iniciar obras dentro del barrio.
“La obra eléctrica está en un 90-95% y estimamos tenerla completamente habilitada en diciembre. Este verano abrimos la laguna para que los vecinos pudieran disfrutarla junto con el clubhouse, incluso sin tener aún energía externa. Todo lo hicimos con grupos electrógenos, y funcionó a pleno.”
Infraestructura y servicios premium
El barrio se entrega con infraestructura completa: red hídrica, calles pavimentadas, gas natural habilitado y una planta de ósmosis inversa que garantiza agua potable. La Crystal Lagoon —de 10.000 m² de playa con arena— se consolida como su gran amenity.
“Este es el restaurante de la Crystal Lagoon; acá va a funcionar el restaurante. La Crystal tiene su servicio de playa, vestuarios, y este año sumará nuevas actividades: inflables para chicos, kayaks y más vida social. Todo estará gestionado por el consorcio del barrio”, explicó Rossetti.
El área deportiva incluye ocho canchas de tenis, cuatro de pádel, tres de fútbol y una pileta olímpica de 50 metros, además de un sector de cuatro quinchos equipados. Los tres accesos al barrio ya están terminados, con dos habilitados y el tercero previsto para diciembre.
Urbanismo, no micromirada
Rossetti también subrayó la importancia de pensar el crecimiento con visión integral:
“Como es una ciudad de baja densidad, hay que mirar el conjunto. Cualquiera que venga acá tiene que tener una mirada más urbanística y no la micromirada puesta solo en el comercio. Si armás un restaurante para 80 personas pero no hay lugar para estacionar, no funciona. Todo tiene que pensarse como un ecosistema urbano.”
Vida Lagoon, símbolo de una nueva etapa
Con la laguna funcionando, los primeros lotes entregados y nuevas viviendas en obra, Vida Lagoon ya es una realidad habitada. Su modelo de desarrollo —que combina servicios, naturaleza y vida activa— se convirtió en referencia para los nuevos barrios que luego desembarcaron en el norte de Funes, marcando el comienzo de una etapa de consolidación urbana sin precedentes en la ciudad.
















