Con las obras ya en ejecución y un diseño arquitectónico de alto nivel a cargo del estudio Pfeifer-Zurdo, el desarrollo Pasea, ubicado frente al Aeropuerto Internacional Rosario, se encuentra en una etapa clave: definir las marcas ancla que ocuparán las principales superficies del emprendimiento que configurarán su identidad comercial.
Según pudo saber El Occidental, las negociaciones con una destacada cadena hotelera internacional se hallan en un estado avanzado, con expectativa de concreción a corto plazo. En ese mismo ámbito, dos operadores consolidados están en competencia por desarrollar un gimnasio premium con pileta semiolímpica, que ocupará alrededor de 1.400 m² de superficie.
Paralelamente, el frente gastronómico muestra dinamismo: una reconocida cadena global de fast food mantiene tratativas avanzadas, mientras que un restaurante gourmet de perfil elevado está siendo considerado como parte de la oferta de alto valor.
En cuanto al sector salud, los 3.000 m² destinados a ese rubro continúan en negociación. Aunque existe diálogo con un grupo médico local de trayectoria, el espacio sigue disponible para operadores de la región, en busca de una propuesta robusta y de calidad.

Tres ejes estratégicos para el éxito
La estrategia central del desarrollo apunta a asegurar primero los espacios de mayor escala con marcas fuertes, que actúen como motores de tracción y garanticen la viabilidad comercial del proyecto. Este enfoque se articula en tres pilares:
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Servicios, con foco en salud, deporte, hotelería y gran superficie para entretenimiento, ejes fundamentales para su funcionalidad. En este marco, se está diseñando también un espacio para cajas de seguridad.
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Retail, con locales de doble altura y oficinas flexibles, aptos para distintos usos y tamaños.
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Gastronomía, considerando la necesidad de Rosario y Funes de gastronomía de nivel y valor agregado, Pasea proyecta una propuesta superadora e inexistente en el mercado actual.
Tal como consignó El Occidental, el diseño de los locales ancla y la distribución de superficies comerciales responden a especificaciones de los futuros operadores, mientras que la infraestructura de estacionamiento —un aspecto crítico en desarrollos de esta escala— contempla una playa subterránea con capacidad para entre 400 y 500 vehículos.
Pasea es el proyecto arquitectónico de usos mixtos más grande de la zona.