El precio del oro ha subido un 7% en poco más de una semana y ha alcanzado máximos históricos, lo que hace que a los analistas les resulte más difícil explicar lo que ha sido uno de los repuntes más curiosos del metal.
El repentino movimiento del precio ha elevado el activo refugio por encima de su máximo anterior alcanzado en diciembre, hasta alcanzar casi 2.195 dólares por onza troy el viernes, según datos de la Bolsa de Londres. Algunos analistas atribuyen el repunte a las crecientes expectativas de recortes de los tipos de interés por parte de la Fed, que aumentarían el atractivo del activo.
Pero varios expertos opinan que ninguno de los factores que han impulsado la carrera alcista del oro en los últimos 16 meses está detrás de este reciente repunte. Entre ellos se incluyen los niveles récord de compra de los bancos centrales, los consumidores chinos que buscan un activo refugio para su dinero o la guerra en Ucrania y Oriente Medio.
El repunte actual se inició cuando los datos manufactureros estadounidenses de principios de mes mostraron una contracción mayor de la esperada, lo que reforzó la convicción de los inversores de que la Reserva Federal podría empezar a recortar los tipos en junio.
Pero, según los analistas, la magnitud de los movimientos de los rendimientos de los bonos del Tesoro y del dólar no parece justificar totalmente la subida del oro. El rendimiento a dos años, sensible a los tipos de interés, ha caído 0,12 puntos porcentuales desde principios de marzo, hasta el 4,5%, todavía muy por encima del mínimo de enero del 4,12%, mientras que el dólar sigue siendo más alto frente a una cesta de seis divisas que a principios de año.
El lunes, el oro cotizaba a 2.182 dólares la onza troy, después de que el viernes se revisaran a la baja las cifras de crecimiento del empleo en EEUU para diciembre y enero, lo que añadió más confianza a las expectativas de los inversores de una bajada de tipos en el primer semestre del año.
El máximo nominal se ha alcanzado a pesar de los reembolsos de 21 millones de onzas de ETF respaldados por oro en el último año, según Bloomberg. Por el contrario, el bitcoin, que alcanzó un nuevo máximo por encima de los 72.000 dólares el lunes, se ha visto impulsado por los miles de millones de dólares que han entrado en los ETF desde su lanzamiento en EEUU hace dos meses.
Pero Rhona O’Connell, analista de la firma de trading de materias primas StoneX, afirma que hay muchos factores que podrían justificar la subida del precio del, como las últimas amenazas de China sobre Taiwán, las tensiones bancarias latentes en EEUU y las elecciones que se avecinan en varios países este año.
La falta de datos disponibles en tiempo real sobre los flujos en el mercado ha llevado a apuntar a que las compras extrabursátiles de oro por parte de compradores furtivos, difíciles de rastrear, han arrastrado los precios al alza.
El repunte no se puede atribuir a la mayor demanda de los pequeños inversores chinos, porque la prima del oro en China respecto a Londres se ha estrechado, ni a las últimas compras de los bancos centrales, ya que las instituciones oficiales suelen comprar despacio y quieren pasar desapercibidas.
En una señal de la mayor actividad de los inversores, el número de contratos de futuros de oro en circulación en Comex se ha disparado un 30% desde el 28 de febrero, mientras que las posiciones largas netas aumentaron en torno a 64.000 hasta los 208.000 contratos del pasado martes, según datos de la Commodity Futures Trading Commission.
Algunos creen que el repunte del mercado del oro es un síntoma de que los inversores se están adelantando a las apuestas sobre los recortes de tipos. «No es una conclusión inevitable que la Fed vaya a recortar los tipos», opina Carsten Menke, analista de Julius Baer.
Sin embargo, no todo el mundo cree que los precios del oro vayan a caer. Los precios siguen estando muy por debajo del récord ajustado a la inflación de más de 3.000 dólares por onza troy alcanzado en 1980.
Suky Cooper, analista de StanChart, destacó la fuerte demanda de los pequeños inversores y de los bancos centrales fuera de Occidente, así como la buena reacción del precio del oro a las noticias sobre los recortes de tipos por parte de la Fed y su capacidad para mantenerse cuando los datos han apuntado a que los tipos seguirán subiendo durante más tiempo.
«Hay demasiados acontecimientos que generan incertidumbre de los que los inversores quieren protegerse», opina Cooper, citando elecciones, riesgos de escalada de conflictos o una posible crisis bancaria. «Parece que el interés en el mercado del oro no ha hecho más que aumentar».
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