Damfield Group se autodefine como un grupo empresario comprometido en generar alto impacto en la sociedad, creando negocios responsables que den soluciones para aquellos que desean un estilo de vida asociado al deporte, la familia, los amigos, la sustentabilidad, en contacto con la naturaleza.
Sobre estos pilares desarrolla un masterplan en un magnífico predio de 45 hectáreas frente a Kentucky Club de Campo, que involucra propuestas deportivas, gastronómicas, educativas, turísticas y residenciales, conectadas entre sí por esos principios basales en los que enfatiza el grupo.
Ya consolidados con la infraestructura instalada en 25 hectáreas de la superficie total, destinadas a prácticas deportivas, con un gimnasio de última generación en plena construcción y el posicionamiento alcanzado por su restaurante, El Casco, su norte ahora se encamina a desarrollar un barrio privado con prestaciones que le otorgan un diferencial relevante frente al resto de los desarrollos residenciales de la región.
El proyecto, ya evaluado por el ejecutivo municipal a través de las secretarías de Planeamiento y Servicios públicos, será presentado en los próximos días al Concejo para su tratamiento y aprobación.
Sobre el barrio en particular, fuentes cercanas aseguran que su acceso, a escasos metros de la Autopista Rosario Córdoba, contempla en espacio amplio, con una rotonda que de fluidez y orden a la circulación de vehículos.
La sólida infraestructura, estará acorde con los tradicionales barrios privados de la ciudad, con calles internas pavimentadas, terminación de cordones suaves e iluminación led de cableado subterráneo.
La forestación estará a cargo del reconocido paisajista Luis Fuster -Fuster y asociados en alianza con URVE paisajismo-, quien ya bosqueja una densa cortina verde para enmarcar el predio, otorgando especial privacidad con una cuidadosa selección de especies, priorizando las autóctonas.
La geografía del lugar, es un elemento que le otorga al prestigioso ingeniero agrónomo, la posibilidad de jugar con diferentes planos verdes, incluso, un pequeño bosque autóctono perteneciente al antiguo tambo, se preservará como espacio de lectura.
Conforma también la cuidada escenografía natural, una isla de 5.000 m2 que albergará el club house.
Como gran ventaja competitiva, el nuevo espacio residencial, será el único que cuente con 20 hectáreas deportivas, y un espacio premium con acceso directo desde el barrio, el cual funcionará con un sistema de membresía.
Sobre su futura comercialización, los titulares no apuntan a una venta masiva, aclarando a los interesados en el proyecto que: “no venderemos un commodity, sino lotes con servicios diferenciales donde queremos particularmente reafirmar los valores en los que se sustenta el grupo. Apuntamos fundamentalmente a familias conectadas con la práctica del deporte, un plus de alto valor agregado que hace a este barrio tan especial”.