El proyecto urbanístico de Life Desarrollos, enclavado en las localidades de Pueblo Esther y General Lagos, recientemente presentado en sociedad, firmó un convenio con Shackleton, entidad bajo el sistema de aprendizaje «Active Learning».
La “Educación 360”, entiende al alumno como un ser integral, por lo que se toma en cuenta su salud mental y física y su formación en valores además de perseguir su excelencia académica. Con esta pedagogía, los alumnos desarrollan hábitos saludables a través del ejercicio diario, una dieta sana y variada, tiempo para el descanso y la práctica del ‘mindfulness’ (técnica de meditación) como herramienta para el autoconocimiento.
Entre los objetivos que se fija el Shackleton, busca la independencia del alumno, que sea, “capaz de encontrar información fiable y de contrastar con conocimientos de programación y edición audiovisual que le van a ser útiles para el resto de su vida”.
Uno de los puntos fuertes de este centro educativo son los espacios: amplios, modernos, luminosos y estimulantes. “Cada estancia ha sido pensada para favorecer la creatividad y estimular las relaciones interpersonales y el trabajo en equipo”, explican.
Se trata de un sistema educativo que combina la implementación de pedagogías innovadoras, y una gestión eficiente para brindar educación de calidad al alcance de todos. Este enfoque, también conocido como aprendizaje activo (Active Learning), asigna un mayor grado de responsabilidad al alumno que los enfoques pasivos, como podrían ser las conferencias; sin embargo, la orientación del instructor sigue siendo crucial en el aula de aprendizaje activo.
¿Qué es Distrito Cero?
Este desarrollo de LIFE, la primera planificación urbana de la región, se establece en las comunidades de Pueblo Esther y General Lagos, generando los servicios y comercios de cercanía bajo la premisa del “walking distance”, a menos de 15 minutos a pie. Además, este proyecto propone un entorno destinado al aprovechamiento del Río Paraná como parte del entramado urbano.
Distrito Cero integrará un conjunto inédito de barrios abiertos y cerrados, “diseñados para que la naturaleza sea parte de la rutina y no solo una escapada de fin de semana”, enfatizan sus desarrolladores. A solo 20 minutos del centro de la ciudad de Rosario, se destaca por su conectividad, tanto desde la autopista Rosario-Buenos Aires como desde la Ruta 21.
A partir del cerco natural dado entre los diferentes puntos de acceso, es posible un sistema de cámaras de seguridad, lectores de patentes y centros de monitoreo estratégicamente ubicados en diversos puntos, que posiciona a Distrito Cero como un lugar que apuesta a la tecnología aplicada a la seguridad.