Gustavo Avena es el presidente de Terraz Desarrollos Inmobiliarios, firma dedicada a la construcción de casas y edificios residenciales. Actualmente, su empresa trabaja en ocho torres ubicadas en Rosario y más de cincuenta casas en los alrededores de la ciudad. En exclusiva con El Occidental, analizó el mercado local y brindó detalles de los proyectos que tiene para el barrio Funes Norte, donde preparan un nuevo condominio y un complejo de casas.
¿Qué lectura hacés del fenómeno de descentralización que atraviesa Rosario?
La perspectiva en Rosario ha cambiado. La pandemia vino a modificar la forma que se tiene de construir y vender. Estamos viendo una descentralización no solo aquí, sino en todas las grandes urbes. Antes la gente se aglutinaba en el centro porque estaban los trabajos y los mejores colegios, pero ahora muchas carreras universitarias se cursan de forma online y hay un boom del home-office.
Las personas que tenían departamentos en el centro buscan vender y mudarse a la periferia. Buscan un producto que es más barato, más seguro y que ahora también tiene muchas prestaciones. Por nuestra parte, comenzamos a desarrollar loteos y trabajar con líneas de casas de tipo modular.
Con este cambio de tendencia, ¿qué escenario se plantea para consumidores finales e inversores?
El consumidor final sí está comprando departamentos en el centro de Rosario. Generalmente se trata de gente que ya vive en las afueras o en otras localidades y paga para que sus hijos vengan a estudiar. Esto es el 70% de las operaciones.
Sin embargo, lo que ocurre en función de la nueva ley de alquileres y otros factores, es que el departamento puede ser un buen resguardo de capital, pero no genera demasiados dividendos. Si vos comprás un monoambiente en 40 mil dólares, de acá a tres años, cuando se termine de construir, vas a recibir 70 dólares de renta al mes. Recuperar la inversión te llevaría casi 50 años.
Es así que ha caído la inversión en departamentos. Lo que sí estamos viendo atentamente es el tema de la inversión en casas. Los lotes de la periferia están creciendo a razón de 10 o 20% en dólares por año, cosa que no se da desde hace mucho tiempo. Hoy, como inversión, me parece más interesante la idea de construir en lotes de la periferia.
«Si vos comprás un monoambiente en 40 mil dólares, de acá a tres años, cuando se termine de construir, vas a recibir 70 dólares de renta al mes. Recuperar la inversión te llevaría casi 50 años».
Un esquema que ha ganado protagonismo en la zona oeste de Rosario es el condominio. ¿Qué visión tienen para este tipo de construcción?
Nosotros comenzamos a plantear condos en Funes. Uno puede aprovechar las amenities que no podría comprar de forma única, pagando una expensa un poco más alta de lo normal.
Por otro lado, tienen como ventaja el tema de la seguridad. Generalmente, tienden a ser cerrados y cuentan con su propia protección.
«Los lotes de la periferia están creciendo a razón de 10 o 20% en dólares por año».
¿En qué zona evalúan instalarlos?
Estarán en Funes Norte. Es un barrio que está recibiendo una gran cantidad de asfalto y que tiene un potencial de crecimiento enorme.
¿Qué más están preparando en Funes Norte?
Estamos desarrollando un complejo de casas con amenidades individuales. Es algo que nos ha dado una gran satisfacción. Trabajamos con el sistema modular de hormigón que es muy superior al resto de los tipos de construcciones que ya conocemos. Creemos que es algo que ha llegado para quedarse.
Incluso, estamos desarrollando la edificación de torres con esta metodología, con la que podríamos acortar los plazos de obra de tres años a ocho meses.
El sistema modular de hormigón reduce considerablemente la huella de carbono. Levantar una casa implica un desperdicio de menos de medio volquete.
«Comenzamos a plantear condos en Funes. Estarán en el barrio Funes Norte, una zona que está recibiendo gran cantidad de asfalto y que tiene un potencial de crecimiento enorme».
¿Cómo acompañan los servicios e infraestructura pública a esta descentralización de las grandes ciudades?
Hay demoras horrendas respecto a la presentación de factibilidades. Antes, EPE demoraba días en completar el trámite, pero hoy puede tardar hasta cinco meses.
La infraestructura y los servicios, en general, no están acompañando el crecimiento constructivo. Por un lado, hay una falta de inversión y, por otro, una carencia de planificación. Esto realmente complica bastante a la constructora. Hoy es más grave el tema de la falta de servicios que la escasez de materiales.
«Hay demoras horrendas respecto a la presentación de factibilidades».
¿Ves alguna otra zona de Rosario con potencial de crecimiento?
Nos gusta mucho el barrio Abasto. Es una zona a la que le falta mucho por explorar y explotar. Pichincha o la zona Oeste tienen los valores más altos por metro cuadrado, pero la perla escondida diría que es Abasto ya que viene creciendo mucho.
