Según un informe del sector, las familias acaudaladas y los particulares preocupados por los niveles de deuda pública de EEUU fueron los probables impulsores de un segundo trimestre récord para la demanda de oro, elevando el precio a máximos históricos este año.
Las compras privadas opacas del activo refugio aumentaron hasta las 329 toneladas en los tres meses hasta junio, casi cinco veces más que el trimestre anterior, según un informe del Consejo Mundial del Oro (WGC, por sus siglas en inglés), un grupo de promoción del sector.
Esto contribuyó a elevar la demanda de oro a 1.258 toneladas en el trimestre, lo que supone su nivel más alto en el periodo de abril a junio desde que se iniciaron los registros en el año 2000 y un aumento del 4% con respecto al año anterior.
El precio del oro alcanzó un máximo histórico de 2.483,60 dólares por onza troy a principios de este mes, impulsado por las crecientes expectativas de que se produzcan rebajas de los tipos de interés (que beneficiarían a los activos sin rendimiento, como los lingotes, al disminuir la rentabilidad de los bonos) y la incertidumbre sobre el resultado de las elecciones presidenciales en EEUU. El metal cotiza en torno a los 2.380 dólares por onza troy.
John Reade, estratega jefe de mercado del WGC, señala que los datos anecdóticos sugieren que los acaudalados family offices de EEUU son uno de los principales grupos que compran lingotes debido a la preocupación por los déficits fiscales descontrolados.
«No podía explicar por qué el oro estaba tan alto. Estaba buscando al comprador ausente, que podría ser gente que compra por los temores renovados o acelerados sobre la deuda de EEUU», explica.
Los inversores se han mostrado inquietos por el aumento de la deuda federal estadounidense, sobre todo si el candidato republicano a la presidencia, Donald Trump, gana en noviembre. La Oficina Presupuestaria del Congreso, un regulador fiscal independiente, prevé que la deuda estadounidense supere en 2029 su máximo del 106% del PIB registrado durante la Segunda Guerra Mundial. Su director advirtió a principios de este año que la carga fiscal seguía una trayectoria «sin precedentes».
Las compras de oro en el mercado extrabursátil se han convertido en un factor cada vez más importante en el mercado del oro, aunque las transacciones son difíciles de rastrear porque los bancos comerciales conciertan acuerdos con los compradores de forma privada.
Las compras tienden a reflejar adquisiciones para cubrir posiciones especulativas en el mercado de futuros, así como la demanda de particulares adinerados.
Reade también informó de una fuerte actividad en Singapur y Hong Kong por parte de asiáticos adinerados, así como de turcos ricos que se decantaron por el oro ante la drástica devaluación de la lira.
La oleada de compras por parte de particulares y familias acaudalados se produce en un momento en que los flujos hacia fondos cotizados respaldados por oro han pasado a ser positivos en las últimas semanas, lo que refleja que los inversores occidentales por fin están participando en el rally. En junio y julio se registraron cinco semanas consecutivas de entradas por un total de 39 toneladas, tras dos años de ventas constantes.
Las compras netas de los bancos centrales, que han contribuido a que el precio del oro suba un 33% desde principios de 2022, alcanzaron las 483 toneladas, un nivel récord para el primer semestre de un año. Sin embargo, esta cifra incluía una caída del 39% entre el primer y el segundo trimestres. Esto podría hacer menos probable que las compras de los bancos centrales superen las 1.000 toneladas este año, después de haber alcanzado este nivel los dos años anteriores.
Sin embargo, los consumidores e inversores chinos que impulsaron la subida del oro en la primera mitad del año han empezado a ralentizar sus compras después de que el Banco Popular de China las interrumpiera en mayo.
Las compras de joyas de oro también se han visto afectadas por la subida de los precios, cayendo un 19% hasta las 390 toneladas en el segundo trimestre en comparación con el mismo periodo del año anterior.