La emblemática fábrica de cosechadoras Vassalli, ubicada en Firmat, Santa Fe, reactivó su planta tras más de un mes de inactividad provocada por el atraso en el pago de salarios. La vuelta a la producción se concretó luego de un acuerdo entre los trabajadores, la empresa y el Ministerio de Trabajo, en un marco de acompañamiento gremial y respaldo institucional.
El conflicto se había originado el 7 de septiembre, cuando la planta paralizó sus actividades ante varios meses de sueldos impagos. Los nuevos dueños, la familia Marsó, que adquirió la compañía en enero de 2024, no habían podido presentar un plan de pagos sustentable, lo que derivó en negociaciones prolongadas y una audiencia clave en Rosario.
El entendimiento alcanzado incluyó un pago inicial de $500.000 por trabajador, la cancelación del resto de la deuda salarial en seis cuotas mensuales, y la implementación de media jornada laboral por al menos seis meses, con posibilidad de ampliación si la producción lo permite. Además, se dispuso la designación de un veedor provincial para controlar la ejecución del convenio, los pagos y la continuidad del trabajo.
El primer día de reactivación se concretó con ingreso reducido de personal y ajustes progresivos en turnos y horarios. En ese contexto, la visita de autoridades de la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (CAFMA) y del Ministerio de Trabajo provincial funcionó como un gesto de apoyo institucional hacia la recuperación de la planta.
El desafío, sin embargo, continúa. Los trabajadores advirtieron sobre la falta de insumos y componentes, que impide completar algunas cosechadoras ya vendidas, y sobre la necesidad de garantizar ventas que mantengan el flujo financiero. El cumplimiento del calendario de pagos y la reconstrucción de la confianza entre empresa, gremio y Estado serán claves para sostener esta nueva etapa de Vassalli.