El proceso de venta de Burger King Argentina entra en una fase decisiva. Este lunes vence el plazo fijado por BBVA, banco a cargo de la operación, para la recepción de ofertas por las 115 sucursales que hoy controla la mexicana Alsea. En el sector estiman que la definición final podría estirarse hasta marzo o abril del próximo año, aunque todo dependerá de las propuestas que se formalicen en esta instancia clave.
Si bien en un primer momento trascendió una negociación directa con la cadena local El Desembarco, el escenario actual muestra un abanico más amplio de candidatos y la posibilidad de que la venta no se concrete en bloque, sino de manera fragmentada, en función del contexto de retracción del consumo que atraviesa la Argentina.
La falta de avances significativos en el diálogo exclusivo con El Desembarco reforzó la hipótesis de que más de un comprador podría quedarse con los activos de Burger King. El atractivo de la marca se mantiene, pero el deterioro del negocio gastronómico condiciona el valor y el formato de la operación.
El Desembarco, el candidato que sigue expandiéndose
Aun así, El Desembarco continúa siendo uno de los principales aspirantes. La empresa local, que opera las marcas El Desembarco, Mr. Tasty y Mila & Go, sigue ampliando su portafolio con nuevas adquisiciones y aperturas, una señal que el mercado interpreta como fortaleza financiera y, al mismo tiempo, como margen para avanzar con su propio crecimiento si la compra de Burger King no resulta conveniente.
En los últimos días, el grupo presidido por Julio Gauna adquirió la cervecería artesanal Gorilla, sumando presencia en ese segmento. Además, abrió su primer local en Moreno y prepara desembarcos en Mar del Plata y Chaco. Desde la compañía destacaron que forman parte del grupo de marcas seleccionadas como potenciales compradoras de Burger King, lo que refuerza su posicionamiento en el sector.
Otros interesados en carrera
Además de El Desembarco, hay otros dos jugadores relevantes que mostraron interés.
Uno es DGSA, grupo argentino que controla las pizzerías Kentucky y ya incursionó en fast food con Sbarro y Chicken Chill.
El otro es el grupo ecuatoriano Int Food, que desembarcó en la región en 2018 tras adquirir Wendy’s y KFC, y que consultó condiciones apenas se conoció la decisión de vender la operación local de Burger King.
Por qué Burger King se va de la Argentina
La salida de Alsea se explica por una merma sostenida en la rentabilidad, que comenzó antes de la pandemia, cuando Burger King perdió el segundo lugar del ranking de hamburgueserías frente a Mostaza, y se profundizó en los últimos años.
Durante la pandemia, las dificultades se hicieron más visibles, con hitos simbólicos como el cierre del histórico local de Corrientes y Florida. A eso se sumó la expansión de propuestas gourmet, que complicó la estructura de la cadena, incluso tras intentar ampliar su menú con opciones más saludables.
En los últimos dos años, el derrumbe del consumo terminó de golpear al negocio. Según la AHRCC, el consumo gastronómico cayó al menos 20% desde marzo, mientras que otras entidades estiman descensos superiores al 30%. La apreciación cambiaria, la caída del turismo y la pérdida de poder adquisitivo completan un escenario adverso que aceleró la decisión de vender.
Con la recepción de ofertas en su tramo final, el futuro de Burger King en la Argentina queda abierto: una venta total, un reparto entre varios jugadores o una reconfiguración profunda de su red son alternativas que el mercado sigue de cerca.
