El mercado inmobiliario argentino atraviesa una transformación sin precedentes: inteligencia artificial, drones, big data, tokenización y blockchain están cambiando de forma acelerada la manera en que se compran, venden y gestionan propiedades.
La tecnología emerge como un factor decisivo para quienes buscan mantenerse competitivos. Desde drones que recorren campos hasta tokens que permiten invertir desde el celular. Las nuevas herramientas digitales están modificando la forma en que se compran, venden y gestionan propiedades.
La convergencia entre real estate e innovación tecnológica no es nueva, pero en los últimos años cobró una velocidad inédita. El mercado inmobiliario argentino, históricamente lento en adoptar cambios, ahora avanza en múltiples frentes: automatización de procesos, uso de inteligencia artificial, realidad virtual, análisis de datos, y, más recientemente, blockchain y tokenización de activos.
Inteligencia artificial, big data y visitas con drones
«Hoy, quien no utilice las nuevas tecnologías en el negocio inmobiliario va a quedar completamente fuera de foco», asegura Mariano García Malbrán, presidente de la Cámara Argentina de Empresas de Servicios Inmobiliarios (Camesi).
Desde su experiencia como responsable de la red Keymex, con 16 inmobiliarias en el país, remarca que la transformación digital es irreversible: «La tecnología ya está en el 95% del proceso comercial. Desde captar leads hasta el seguimiento posventa, todo pasa por herramientas digitales».
Entre las soluciones más comunes, se destacan los CRM inmobiliarios -que permiten centralizar publicaciones y automatizar respuestas-, el análisis de big data para tasaciones más precisas, y la inteligencia artificial aplicada a descripciones, mejoras visuales de propiedades y atención al cliente. «La IA la usamos para renders, para mejorar fotos, para generar textos atractivos. Pero todavía estamos usando solo un 10% de su potencial», afirma el entrevistado.
La pandemia también aceleró el uso de herramientas como recorridos virtuales y visitas con drones. «El cliente hace la visita virtual y, si pide verla en persona, es porque ya está muy interesado«, agrega García Malbrán. Incluso para campos de grandes dimensiones se están utilizando imágenes satelitales para analizar condiciones hídricas de los últimos 20 años. «Con eso, podes tomar decisiones más informadas sin pisar el campo«.
Del ladrillo al token
Mientras tanto, el real estate digital da un paso más allá con la tokenización: dividir un activo inmobiliario en partes digitales transferibles, respaldadas por contratos legales y registrados en blockchain.
La tokenización no solo democratiza el acceso a la inversión, también introduce trazabilidad, liquidez y velocidad: Hoy se puede comprar fracciones en minutos, sin burocracia. En 2030, la mayoría no será dueña de propiedades enteras, sino de derechos tokenizados que podrá vender o agrupar como quiera.
Desafíos y futuro del real estate digital
La educación financiera será clave para la adopción masiva. «La confianza se construye con conocimiento».
Esto no es futurismo, ya está pasando. Desde Camesi también se señala la necesidad de incorporar perfiles técnicos que hoy no existen. Se van a necesitar especialistas que traduzcan la innovación tecnológica al negocio inmobiliario cotidiano.
En un país marcado por la inflación y las restricciones, la digitalización del ladrillo ofrece no solo eficiencia, sino también resiliencia. Y aunque la tecnología puede automatizar casi todo, hay una parte que seguirá siendo irremplazable. La compra de un inmueble es emocional, y eso solo lo puede transmitir una persona.