En su cuenta de X, el ministro de Desregulación y Transformación del Estado destacó el fin de una medida que le ponía tope a las nuevas plantaciones yerbateras. Había dos provincias “privilegiadas” en permanente disputa por un pedazo más de tierra para producir mientras hacían lobby para que no dejaran, desde los gobiernos centrales, producir a otros territorios del país. Una eterna lucha entre Misiones y Corrientes por los intereses de sus explotaciones, impedía “legalmente” que se produzca yerba en cualquier otro lado y que cualquiera lo pudiera hacer para venderle a todo el mundo.
Por fin el Gobierno decidió eliminar restricciones a la producción de yerba mate para impulsar su crecimiento y exportación, a través de una resolución publicada en el Boletín Oficial.
Por eso el gestor de todo esto, Federico Sturzenegger, celebró la medida.
En la normativa firmada por el ministro de Economía, Luis Caputo, se suprimieron las restricciones que limitaban la expansión de la producción de yerba mate en la Argentina y se derogan las normativas que establecen un tope anual a las nuevas plantaciones de yerba mate.
En su cuenta de X, Sturzenegger expresó: “ Sí, aunque usted no lo crea, la Argentina había decidido prohibirle a la industria yerbatera crecer. El absurdo es evidente. Es el uso del Estado limitando la libertad de los productores, son estas restricciones al crecimiento las que el presidente Javier Milei nos pide remover”.
Obviamente, la medida busca fomentar el crecimiento del sector yerbatero, permitiendo a los productores ampliar sus plantaciones sin restricciones, en el lugar del país donde más les convenga.
Sturzenegger destacó que esta desregulación es clave para que tanto grandes productores como pequeños colonos asuman el desafío de conquistar mercados.
“Liberar esta traba era clave además porque la desregulación que impulsamos a partir del DNU 70/23 ha permitido una baja sustancial del precio de la yerba favoreciendo a millones de familias argentinas. Ahora con la posibilidad de crecer, es crucial que tanto los productores grandes como los colonos más chicos asuman el desafío de conquistar el mundo. Si 96% de las familias argentinas consumen este producto, que nos representa más que ninguno, ¿no vamos a poder venderlo entre los miles de millones de habitantes del mundo? Ahora que liberamos las trabas al crecimiento del sector llegó el momento de llenar las góndolas de todos los supermercados del mundo con yerba mate. VLLC!”.
Esta decisión se enmarca en una serie de políticas de desregulación que el Gobierno viene implementando para reducir la burocracia y fomentar la libertad económica.
La eliminación de las restricciones a la producción de yerba mate es vista como un paso importante para potenciar la industria y aumentar las exportaciones de este producto emblemático de la cultura argentina.