Según el último informe de First Capital Group, el saldo total de créditos hipotecarios, incluidos los ajustables por inflación (UVA), alcanzó en junio los $3,8 billones, lo que representa un incremento nominal del 12,9% mensual y un impresionante 511,6% interanual. La consultora al analizar los números reales sin inflación, detectó también que el crecimiento fue del 10,7% mensual y del 336,9% anual, consolidando a esta línea como la de mayor expansión relativa del sistema.
A nivel trimestral, el crecimiento acumulado fue de $1,2 billones, mientras que en los últimos seis meses se duplicó, con un alza superior a los $2 billones. Estos datos marcan una recuperación clara del financiamiento para vivienda, impulsada por el retorno de instrumentos ajustables por inflación y un mayor interés de las familias por acceder a una solución habitacional.
Guillermo Barbero, socio de First Capital Group, destacó : “Es la única línea que se destina prioritariamente a las familias que pudo incrementar sus saldos en un valor absoluto mayor que el mes inmediato anterior, lo cual indica que su curva de ascenso se mantiene firme y sigue atrayendo cada vez más interesados”.
La evolución del crédito hipotecario contrasta con otras líneas que mostraron menor dinamismo en junio. Sin embargo, la tendencia ascendente del segmento destinado a vivienda sugiere una reactivación sostenida del interés por este tipo de financiamiento, en un contexto de mejora de expectativas y baja de la inflación.
Miguel Chej Muse, coordinador del Observatorio Estadístico del Mercado Inmobiliario del Colegio Inmobiliario porteño, explicó que los créditos actuales financian hasta el 70% del valor de la propiedad, lo que exige al tomador un anticipo mínimo del 30%. «Algo que no resulta fácil en un país con baja educación financiera», añadió. La diferencia en este anticipo impacta directamente en la cuota: «Si se financia el 70% de una propiedad de u$s100.000 con una TNA del 8%, la cuota ronda los $650.000. Pero si solo se logra anticipar el 20%, la cuota sube a $740.000, un 14% más», detalló.
En un escenario de créditos indexados por inflación, destacó la vital importancia de que los ingresos acompañen mínimamente la suba de precios. «Este es un crédito que ajusta por encima del IPC, por lo tanto, es clave que el salario se actualice de forma periódica. Si ya lo hacen de manera bimestral o trimestral, es una buena señal», explicó.
Desde el sector, remarcaron que disponer del mayor anticipo posible mejora las condiciones del crédito. Cuanto menor sea el monto a financiar, más liviana será la cuota. Por eso, aconsejan ahorrar con tiempo y, si es posible, invertir esos ahorros para protegerlos de la licuación.
Las demoras en el otorgamiento de créditos (que en algunos bancos alcanzan entre 90 y 120 días) se deben a que el sistema se «saturó». Muchas entidades no otorgaban créditos hipotecarios desde hacía más de un año y tuvieron que rearmar sus equipos. Además, sin el fondeo suficiente, es imposible mantener el ritmo de colocación de préstamos.