El fuerte ausentismo originado en contagios seguros o presumibles de la variante Ómicron, pegó fuertemente en el personal del sector gastronómico, actividad, por cierto, especialmente afectada desde el inicio de la pandemia, que derivó en una de las cuarentenas más largas del mundo.
Si bien la ciudad de Funes, goza de condiciones ambientales favorables para evitar la expansión de los contagios, al menos en relación a cómo vive el fenómeno Ómicron Rosario, el alza de ausencias del personal en bares y restaurantes ya impacta en la facturación.
En diálogo con El Occidental, Gonzalo Casas, titular de Juan Hipólito, el reconocido resto bar sobre la homónima avenida comentó: “Tuvimos que anular el salón, solo estamos trabajando en nuestro espacio externo, atendiendo en este momento con cuatro mozos y tenemos dos aislados porque los padres están con Covid, más el personal que está de vacaciones”.
De este modo el empresario graficó la situación que no es ajena al resto de sus colegas, lamentando que nuevamente el fenómeno sanitario impacte en los meses de alta temporada.
Juan Hipólito trabajó en el mes de diciembre con un promedio de 170 cubiertos diarios, disminuyendo a 155 en la primera semana del 2022. Si bien Casas está muy satisfecho por la perfomance que tienen en la temporada estival, no deja de lamentar el hecho de tener que reducir plazas por la falta de personal.
Continuando con el análisis del movimiento local explicó: “Hoy las limitaciones no las pone el Estado sino la misma situación: gente que se autoaisla y personal que se contagia”.
Desde Los Morros describieron el mismo escenario: “La verdad que se nos está complicando, de igual modo no estamos tan mal como en Rosario. Nuestro personal de Funes trabaja al aire libre y eso nos hace zafar”. En relación al movimiento de público comentó: “La convocatoria está mucho mejor en Funes que en Rosario. Este es un clima más vacacional, realmente venimos bien, todos los días muy parejos. No es que viernes y sábado ‘explota’ y el resto de los días estamos vacíos”. Y sumó: “Estamos tranquilos porque el proceso de aislamiento dura 5 días y luego el personal se reincorpora”.
El caso de Old Murray´s Bar es espejo de los anteriores: “Estábamos haciendo promedio de 60 cubiertos los días de semana y entre jueves y domingos arriba de los 100 cubiertos. Ahora estamos con personal de cocina aislado y uno de los mozos que vino de la costa se tuvo que aislar, con lo cual decidimos no abrir el viernes pasado”.
El planteo de entidades empresarias al gobierno
A nivel nacional, diferentes entidades empresarias ya mantienen conversaciones con el gobierno central. La idea por parte de los sectores productivos es encontrar una mayor pedir flexibilidad en los protocolos para evitar que el ausentismo afecte la actividad económica.
Entre las peticiones, se solicita el análisis de los casos de los contactos estrechos, una de las causas más frecuentes de ausencia. En este sentido, el sector empresario reclama un período de aislamiento más corto o que se libere a los contactos estrechos vacunados como lo está haciendo Uruguay.