Funes recibirá una de las nuevas escuelas denominadas “para la pospandemia”. El pasado 27 de abril, el gobierno de la provincia de Santa Fe licitó la primera de estas estructuras en la localidad vecina de Roldán. Según el pliego, el edificio tendrá capacidad para 200 estudiantes, catorce aulas de 7,20 metros por 7,20 metros distribuidas en dos plantas, y abarcará 1.355 metros cuadrados entre espacios verdes y semicubiertos. La inversión será de 300 millones de pesos y prevé un plazo de obra de ocho meses, con construcciones ecológicas en seco.
Aunque Roldán será la primera localidad en recibir uno de estos nuevos establecimientos educativos, ya se anunciaron más obras similares. Funes recibirá un establecimiento de nivel secundario, al igual que Zavalla. Mientras que Pueblo Esther albergará uno de nivel primario. En el resto de la provincia se levantarán no menos de 17 jardines de infantes.
Según informó a Télam la secretaria de Obras Públicas de Santa Fe, Leticia Battaglia, uno de los puntos fundamentales de este nuevo formato es “respetar un ambiente saludable”. Esto implica un esquema de aulas con ventilación cruzada y con inyección de aire fresco y extracción en simultáneo de aire viciado mediante un equipo electrónico automático. Además, cada salón tendrá un espacio gemelo al aire libre en el que se podrá aprovechar la iluminación natural.
Funes recibirá un establecimiento de nivel secundario, al igual que Zavalla. Mientras que Pueblo Esther albergará uno de nivel primario. En el resto de la provincia se levantarán no menos de 17 jardines de infantes.
Otro punto importante de este tipo de arquitectura será un enfoque ecológico. Lo cual implica escoger la mejor orientación posible para el aprovechamiento de la luz solar, tanto para iluminación como para regular la temperatura dentro de la estructura. En este sentido, las “escuelas para la pospandemia” contarán con un sistema de calentamiento de agua para sus baños. “Para nosotros es muy importante que se puedan lavar las manos con frecuencia y el agua templada es un factor clave”, explicó Battaglia.
Por otro lado, cada espacio de estos complejos deberá contar con “flexibilidad”. Es decir, todas las aulas y ambientes deben ser adaptables “acorde a las necesidades de cada aprendizaje”. Finalmente, desde la secretaría de Obras Públicas destacan la “eficiencia constructiva”, por ejemplo, instalación de loza radiante alimentada por luz solar en todas las aulas.
Tanto para la calefacción como para el calentamiento del agua, cada establecimiento contará con unos cuarenta colectores solares de placa plana que aportarán el 50% de la energía necesaria para toda la estructura.
Según la secretaria, su área se basó en diferentes modelos teóricos para el diseño de las escuelas. “Leímos al psicopedagogo Francesco Tonucci, quien nos amplió la forma de pensar el espacio educativo y luego fuimos más atrás en el tiempo y vimos el Método Montessori aplicado en Argentina por la Fundación Eva Perón”, relató. También se tomaron ideas del modelo de Escuelas Hogar de la médica y educadora italiana, María Montessori, aunque sumando también una visión ecológica.