La propiedad de la familia Beckham, una casa de campo de 12 millones de euros, se convirtió, a partir del documental de Netflix, en una de las protagonistas para los amantes del diseño.
Si bien el film narra sobre la vida de la familia más famosa del Reino Unido, una de las escenografías que más captó la atención, fue la casa ubicada en plena campiña inglesa.
El parque de la mansión cuenta con una piscina, rodeada de un muro de piedra y una infaltable cancha de fútbol.
El ex jugador añadió la apicultura a la lista de actividades que se pueden disfrutar en su casa de campo, hobby con el cual se inicia el rodaje.
El estilo british define esta estancia, con paredes de ladrillo visto, grandes cortinas, en tonos oscuros, y un interiorismo vintage, como una lámpara con pie de bronce y pantalla en tela fruncida y una bonita mesita auxiliar, con sobre negro.
En cada ambiente un integrante de la familia inglesa es protagonista. Por caso, la cocina es uno de los lugares predilectos del ex futbolista, donde despliega sus habilidades culinarias y su afán por el orden y la limpieza.
El interiorismo es de estilo rústico, con muebles de madera que aprovechan todo el espacio para destinarlo a almacenaje.
El sector de la coicina está cubierto por un pavimento de madera para dar un ambiente raw. Tiene una práctica isla con taburetes altos, con asiento en piel negra y patas en acero inoxidable. La zona de cocción y bachas tiene una encimera, en mármol blanco y negro.
Como buen cottage británico, la casa tiene una base de madera, en los revestimientos de paredes y suelos, pero también en puertas y mobiliario.
El comedor familiar, con una enorme mesa comunal, cuenta con una privilegiada luz natural a través de ventanales XXL, aunque la iluminación interior se centra en puntos de luz indirectos, como lámparas de sobremesa, con pantallas en tela
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