En la composición de gastos de un barrio cerrado, la inseguridad se lleva casi un 60%

El mantenimiento de espacios verdes, deportivos y alumbrado quedan en un marcado segundo plano.

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La inseguridad es el ejemplo más contundente de la doble imposición a la que se someten muchos contribuyentes. La paga de los tributos que implica una contraprestación en servicios básicos de parte del Estado como salud, seguridad y educación, impacta nuevamente en el bolsillo cuando se opta por contratar en el sector privado estas prestaciones.

Yendo concretamente al caso de la seguridad, en la ciudad de Funes, se ve claramente expresada en un formato muy demandado: los barrios cerrados. 

Más allá de su estética armónica, donde sobreviven las casas sin rejas, quienes los eligen priorizan entre sus ventajas, la seguridad.

Dentro de las expensas, la prestación del servicio de seguridad supera cómodamente el 50% del total de erogaciones que demanda la administración de un barrio privado. Muy por debajo, quedando relegado a un segundo escalón, le siguen los gastos de mantenimiento que promedian un 25% de la torta de costos. El resto se reparte en gastos de administración, alumbrado y mejoras entre otros. 

Dentro de las expensas, la prestación del servicio de seguridad supera cómodamente el 50% del total de erogaciones que demanda la administración de un barrio privado

En la composición de gastos de seguridad, los sueldos y leyes sociales se llevan un 70% del presupuesto, los servicios de vigilancia externa alrededor de un 15%, el sistema de cámaras de vídeo y los gastos del móvil un 5% respectivamente, el porcentaje restante se reparte entre gastos inherentes a los sistemas de comunicación interna y varios. 

Aún así, los sistemas de seguridad han sido vulnerados en la mayoría de los casos generando gastos extraordinarios derivados de la contratación de asesores para redoblar las medidas anti robo de los complejos. Para Juan Manuel Acedo, titular de A y T Computers, debe haber un doble control en los sistemas de seguridad: “Los barrios funcionan con un software anti inclusión pero a muchos les falta otro control que es el que damos nosotros. En los countries tenés una persona que controla las cámaras, pero necesitás otro control para que esa vigilancia no falle, para evitar el error humano. El doble control es una auditoría permanente”, aseguró. 

Personal de seguridad con paritaria histórica

Las perspectivas sobre la evolución de costos de seguridad no son alentadoras. Días atrás, la Federación Argentina de Trabajadores de la Seguridad Privada (FATRASEP), logró un aumento que hasta ahora no se vio en otros gremios: acordó una paritaria récord del 85,7% para los vigiladores. El incremento se concretará en cinco cuotas, entre mayo de este año y abril del próximo, implementados de la siguiente forma: Mayo (28,54%), Julio (41,43%), Octubre (55,55%), Enero 2023 (71,43%) y Abril 2023 (85,71%)

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