Defaulteó Bioceres, la nave insignia de la biotecnología rosarina que llegó a Wall Street

La firma incumplió pagos por USD 5,3 millones y acumula cerca de USD 40 millones en mora bursátil; reorganizó su estructura para aislar el negocio exterior mientras su acción se desploma en Nasdaq.

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Bioceres, la empresa nacida en Rosario que se erigió como símbolo de la biotecnología agrícola argentina y logró cotizar en Wall Street, atraviesa su momento más delicado: acaba de entrar en default tras no cancelar vencimientos clave de su deuda.

El incumplimiento se dio con pagarés que suman USD 5,3 millones, vencidos en junio, y se estima que en julio enfrentará otros compromisos por USD 2 a 3 millones. En total, su deuda en la Bolsa local (Mercado Argentino de Valores) ronda los USD 37,6 millones, un volumen que complica cualquier plan de repago a corto plazo.

A esta situación financiera se agregan retrasos en los pagos a productores de trigo, quienes confiaron en Bioceres a través de convenios de siembra. El malestar en el sector primario crece ante la falta de respuestas claras sobre cuándo se regularizarán las acreencias.

Como parte de una estrategia para contener el impacto y proteger sus activos más valiosos, el grupo reorganizó su estructura societaria y trasladó el control directo de su principal unidad que cotiza en Nasdaq (hoy Moolec) fuera del país. De este modo, buscó aislar las operaciones internacionales de la crisis local, un movimiento que no logró detener el deterioro bursátil: las acciones de Bioceres Crop Solutions acumulan una caída superior al 19% en lo que va de 2025 y más del 55% interanual.

Bioceres fue creada en Rosario en 2001, impulsada por un grupo de productores y científicos, y saltó a la fama global con el desarrollo del trigo HB4 resistente a sequía. Hoy, su situación expone las tensiones de un mercado de capitales local golpeado, donde las pymes tecnológicas enfrentan enormes desafíos para sostener su financiamiento sin acceso pleno al crédito externo.

Mientras tanto, inversores y proveedores siguen de cerca los próximos pasos de la compañía. El futuro inmediato dependerá de su capacidad para refinanciar pasivos y restablecer la confianza, clave para que la historia de Bioceres no quede marcada como un caso fallido del talento biotecnológico argentino que brilló en Nueva York, pero tambaleó en su propio país.


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