Aerolíneas Argentinas lanzó el primer plan de inversión completamente financiado con recursos propios, un hito que coincide con otro hecho inédito: en 2025 no recibirá aportes del Tesoro Nacional por primera vez desde su reestatización. La decisión marca un giro estructural hacia la autosuficiencia financiera, tras más de una década de pérdidas que promediaron u$s400 millones anuales entre 2008 y 2023.
La recuperación comenzó a evidenciarse en 2024, cuando la empresa logró su primer resultado operativo positivo, con un EBIT de u$s56,6 millones. Para 2025, proyecta duplicar esa cifra, consolidando una estructura más robusta y un modelo de negocios sostenible.
El nuevo programa prevé la incorporación de 18 aeronaves vía leasing, la mayor expansión de flota en años: cuatro de fuselaje ancho y catorce de fuselaje angosto. Además, la compañía invertirá más de u$s65 millones en renovar interiores y sumar conectividad wi-fi a partir de 2027, una mejora estratégica en la experiencia del pasajero.
Según explicó Fabián Lombardo, presidente y CEO de la aerolínea, el hito confirma que la compañía “se transformó en una empresa con capacidad de inversión y crecimiento con recursos propios”, proyectando una oferta mayor de asientos y una flota “moderna, eficiente y de alta rentabilidad”.
Recambio de aviones para ampliar la operación de media y larga distancia
El plan contempla la llegada de cuatro Airbus A330neo para vuelos de largo alcance, un modelo reconocido por su eficiencia energética y menores emisiones, atributos clave en un contexto de presión sobre los costos de combustible. Su compatibilidad con los A330-200 que ya opera la empresa permite una transición logística más eficiente, optimizando repuestos, simuladores y entrenamientos.
Estos aviones mejorarán el confort, el rendimiento y los ingresos por pasajero, ampliando la capacidad para rutas internacionales competitivas. En paralelo, Aerolíneas sumará catorce Boeing 737 MAX (dos MAX 8, cuatro MAX 9 y ocho MAX 10) para rutas regionales y domésticas. Esta incorporación afianza una estrategia de flota uniforme, que baja costos operativos y simplifica el mantenimiento.
El uso del leasing operativo es un punto central: permite agregar capacidad sin comprometer el balance, distribuyendo los costos en el tiempo y ofreciendo flexibilidad frente a la demanda, una ventaja en el contexto de recuperación financiera.
El plan también incluye la renovación de interiores de los A330-ceo y la instalación progresiva de conectividad wi-fi en toda la flota, con un cronograma que comenzará con los A330 y se extenderá al 737 y al Embraer E190 hacia 2027.
Una estrategia alineada con la tendencia global del sector
La iniciativa de Aerolíneas se inscribe en un movimiento internacional: las flotas se están modernizando más rápido que nunca desde la pandemia, con la incorporación de aeronaves de nueva generación que reducen costos, mejoran la eficiencia y elevan la calidad del servicio. Los pasajeros demandan más confort, conectividad y confiabilidad, factores cada vez más determinantes en la elección de aerolíneas.
En la región, el fenómeno es evidente. Latam Airlines continúa ampliando su cartera de Airbus 321neo y Embraer 2, pilares de su estrategia para optimizar la operación doméstica y regional. En Brasil, Azul apostó fuerte al A330neo, consolidando su red internacional con mejoras en eficiencia y costos por asiento. A su vez, Gol, tras su reestructuración bajo Chapter 11, busca recuperar competitividad mientras reincorpora aeronaves 737 MAX.
Estos casos subrayan que la modernización de flota es hoy una palanca crítica, tanto para compañías en expansión como para aquellas que necesitan recomponer su rentabilidad. En ese escenario, Aerolíneas Argentinas busca posicionarse como un competidor sólido, con una flota eficiente, homogénea y alineada con los estándares globales.
