“No se elige Triumph por decantación”

Para el concesionario de la marca británica, su crecimiento vino por estar al lado de la gente .

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Sus showrooms tanto para vehículos como para sus motos Triumph, marcan la diferencia con una concesionaria convencional. Tal lo describe Toia en nuestra nota, sus negocios son un “meeting point” que invita a sentarse a charlar sobre fierros y evaluar con el cliente cuál es su mejor alternativa. 

¿Por qué abriste una concesionaria Triumph en Funes y no en Rosario?

Cualquiera que compra una moto le gusta salir a rodar, Funes te da ese relax, esa descontractura. Tenía una esquina acá sin construir, cuando comenté mi idea gustó mucho.

Hay una crisis económica importante y un comercio muy “trabado” ¿cuánto puede pegar en un producto de alta gama?

Es un tema filoso, los productos importados sufren las restricciones al comercio exterior, se puede importar con mucha irregularidad y eso dificulta la entrega en tiempo y forma. Todas estas limitaciones pegan derecho en la marca. Todas las redes de concesionarios sufren lo mismo.

¿Desde dónde importas Triumph?

La fábrica está en Inglaterra, una de las fábricas de ensamblaje está en ese país y la otra en Tailandia. Dependiendo del modelo y la época recibimos de uno u otro lugar. 

¿Tenés stock ahora?

Tenemos productos para sostener el año.

Teníamos productos para abrir una concesionaria en Pilar antes de la pandemia, finalmente no se hizo y me quedó ese stock que me permite sostener todo este tiempo.

De igual modo tenés que administrar la venta.

¿Cómo se puede sostener un concesionario con tantas trabas de importación?

Somos service oficial, vendemos además repuestos y accesorios. Lo que hoy sostiene a los concesionarios es la post venta. 

¿Para los repuestos también tienen problemas con su importación?

Hoy no hay problemas para encontrar repuestos, no hay desabastecimiento ni de repuestos ni de accesorios. 

¿Cuál es la ventaja competitiva de Triumph frente a otras motos de alta gama instaladas en Argentina?

Es una marca con mucha historia, viene de 1902.

La gente que busca Triumph  entiende mucho de ella, no se elige Triumph por decantación.

El producto tiene niveles de terminación y confort que marcan una diferencia. Tenemos muchos usuarios que se bajan de otra marca para subirse a esta, y ojo, no me pongo la camiseta, te hablo desde el usuario, la marca se sostiene por el producto en sí. El usuario de Triumph es muy fiel al producto, es una vivencia que la experimento día a día. 

¿Entonces Triumph tiene un techo alto en Argentina?  

La marca evolucionó con las aperturas de concesionarios, hoy somos 6 y te diría que en Buenos Aires hace falta otro. Antes había un solo concesionario en todo el país. 

La cercanía hace que la gente consuma el producto. En otro momento estabas en Salta y te tenías que ir a Buenos Aires a comprar una moto, entonces la comodidad pesaba.

Hoy tenes una Triumph cerca y la gente elige la marca porque además tenes un servicio post venta en la puerta de su casa.

La concesionaria de Funes se caracterizó por hacer muchas acciones comerciales en el propio local.  ¿Cuál es la situación hoy? 

Decidimos no hacer nada por el momento, ahora están frenadas y trabajamos desde lo virtual. Realmente es complejo, no podes transmitir calidez. 

Nosotros crecimos mucho por estar cerca del cliente, brindamos mucho tiempo a cada usuario. 

Funcionan como una suerte de club, se ve gente reunida en torno a las motos

Se genera  un meeting point donde la gente se siente tranquila, tejiendo nuevos lazos. La idea es que la gente se sienta cómoda, independientemente de que sea usuaria de nuestra marca o de otra. Es  la descontractura que te da la moto. No tiene nada que ver con la compra de un auto. 

¿Cuál es la diferencia?

Cuando te comprás un auto lo primero que pensás es en polarizarlo, hay miedo por la inseguridad. Cuando te compras una moto, te compras un casco abierto y te sentas a tomar un café en cualquier lugar, te sentís libre, y no tenes miedo porque tu cabeza cambia, se relaja. 

¿La concesionaria de autos pasa por la misma realidad que hablamos al inicio?

Hoy está muy complicado conseguir autos. Todo lo que es Polaris -off road- viene de Méjico y Estados Unidos y este verano, la temporada alta para este tipo de vehículo, no ingresaron al país. Nos manejamos con productos agrarios para poder vender. 

En lo que respecta a los autos nos manejamos con un negocio muy personal, vendemos  el producto propio pero también nos ocupamos del pedido exclusivo. Lo que necesites te lo conseguimos. 

¿La falta de producto es de alguna marca en particular?

Manejo muchas marcas y en todas hay el mismo problema.

Hoy es muy complejo el negocio, en una semana te pueden cambiar las condiciones y una mínima variación del dolar te cambia radicalmente el precio de un auto, aunque sea nacional. 

¿Cómo podes mantener la estructura?

De nuevo, como en las motos, el post venta y en el caso de los autos además las unidades usadas. Abastecemos ese nicho al no haber nuevos.

En el mercado del usado prima mucho saber a quien se lo compró, el concepto de cercanía con el cliente es fundamental

Esa es la idea y el concepto que usamos día a día.

 

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