Vecinos de Kentucky Club de Campo se reunieron en la noche de ayer para debatir acerca de las excesivas tasas municipales e informarse sobre los beneficios y potenciales pasos a seguir para una posible escisión del barrio privado y tierras aledañas.
El encuentro presidido por el empresario Juan Félix Rossetti y el Dr Pablo Abdon Torres Barthe, convocó a más de 80 propietarios interesados en discutir acerca de la disruptiva propuesta.
Tomando la palabra Rossetti inició su exposición expresando: “Quiero aclarar que este proyecto es una iniciativa individual que surgió cuando comencé a investigar sobre la tasa municipal, un tema que hoy se debate en todo el país. Nada de esto tiene que ver con el consorcio de Kentucky Club de Campo”, y continuó: “Estamos en un proceso a nivel nacional de reducción del gasto y su correlativa baja de impuestos. Un proceso que muchos municipios no siguen y quieren compensar su falta de recursos con aumentos de tasas. En Funes el hecho es aún más inquietante, porque la ciudad cuenta con el 60% de la superficie de tierras urbanas autogestionadas que no representan un gasto para el municipio, cuya administración no ha realizado ningún esfuerzo en reducir sus costos ni llevar adelante ningún tipo de modernización y simplificación tributaria, iniciativa que ya han tomaron varios intendentes»
Poniendo en cifras el caso concreto de Kentucky, Rossetti calculó que el municipio de Funes factura en concepto de Tasa General de Inmuebles (TGI) a este barrio alrededor de $670 millones anuales. Y si se toman los aportes coparticipables del Impuesto Inmobiliario y las patentes de los residentes de esta urbanización, la suma ascendería a unos $1.000 millones anuales, representando entre el 8% y 10% de la recaudación de Funes.
A su turno el Dr Torres aportó: “Las tasas no son impuestos, son contraprestación de servicios. Y es llamativo como un barrio que no genera gastos al municipio sea a su vez el que mayor tasa aporta. No vivo acá, pero entiendo que ustedes, a través de las expensas pagan por el mantenimiento del pavimento de las calles del barrio, sus áreas verdes, el alumbrado público y la recolección de residuos entre otras prestaciones”.
Si bien el tema tributario molesta visiblemente a los vecinos, el debate sobre la posibilidad de escindir Kentucky del municipio de Funes disparó numerosas consultas sobre la puesta en práctica de esta autodeterminación ciudadana y su validez jurídica.
“Es perfectamente viable desde lo jurídico propiciar la creación de una nueva comuna”, introdujo Torres al debate de fondo.
Entre los argumentos legales, citó el artículo 106 de la Constitución de Santa Fe que dispone: “Todo núcleo de población que constituya una comunidad con vida propia gobierna por sí mismo sus intereses locales con arreglo a las disposiciones de esta Constitución y de las leyes que se sancionen. Las poblaciones que tengan más de diez mil habitantes se organizan como municipios por ley que la Legislatura dicte en cada caso, y las que no reúnan tal condición, como comunas. La ley fija la jurisdicción territorial de municipios y comunas y resuelve los casos de fusión o segregación que se susciten”.
Lejos de terminar como una reunión informativa, el encuentro de vecinos de Kentucky inició un debate del que se espera un documento con información detallada de lo abordado, para evaluar una alternativa constitucional que no desentona con los vientos de cambio que hoy soplan en Argentina.
El debate de las tasas municipales incluso despertó interés en el resto de los barrios privados, cuyos vecinos ya han mantenido reuniones sobre la cuestión tributaria y observan atentos el caso Kentucky.
Finalizando y acayando rumores Rossetti expresó: “No tengo interés en ocupar un cargo político, soy libertario y mis ideas son mi única motivación. Dejé de hacer negocios en Funes porque hay líneas que yo no cruzo. Estoy muy orgulloso de vivir en Kentucky y solo pretendo que me cobren lo justo”.